Fomes fomentarius (Fr)Kicks
Yesquero, Ardagaia.
El "amadou o yesca" son
trozos algodonosos de yesquero que presentan unas excelentes propiedades utilizadas
desde muy antiguo como hemostático de uso tópico, cicatrizante y antiséptico
para combatir las hemorragias nasales y otras, heridas y cicatrices en general.
Algunos de sus componentes extraídos en laboratorio por diversos métodos han
demostrado presentar actividad como antioxidantes, antitumorales,
antiinfecciosas y antidiabéticas, entre otras que prometen un gran futuro
en la Medicina tradicional.
HISTORIA DE SUS USOS
(Fuente de información). Uno de los hallazgos más interesantes de los últimos años es Ötzi. Una figura muy conocida, al menos entre los investigadores. Es el cazador momificado mejor conservado del año 5300 a. C., descubierto en los Alpes italianos en 1991. Como cazador y explorador, llevaba consigo un impresionante conjunto de herramientas. Entre los elementos descubiertos, también había dos objetos interesantes: uno de ellos era el cinturón y el otro la bolsa, que contenían en su mayor parte una masa negra, luego identificada como hongo de la yesca ( Fomes fomentarius). El hongo, parte de un encendedor prehistórico, contenía trazas de pirita de hierro. Cuando se golpean contra el pedernal, los nódulos de pirita de hierro producen una lluvia de chispas. Cuando las chispas caen sobre un lecho de yesca esponjosa, el hongo comienza a brillar y puede usarse para encender un fuego. En su mochila, Ötzi también llevaba algunos trozos de amadou, probablemente utilizados como medicina para detener hemorragias. Los contenedores de corteza de abedul servían para transportar las brasas encendidas para poder iniciar un fuego rápidamente. Y solo para que conste, ¡esto sucedió hace más de 5300 años!.
Amadou en la antigua
Grecia fue mencionado por Hipócrates como un agente hemostático, utilizado en
la cauterización y vendaje de heridas, deteniendo las hemorragias de manera muy
eficiente. Fue utilizado en la antigua Grecia también por los barberos. A
través de los siglos, se ha utilizado para tratar las hemorroides y las
disfunciones de la vejiga. Los antiguos indios lo usaban como laxante y en
China se usaba para tratar diferentes tipos de cáncer.
Además, se consideraba que el amadou tenía un efecto desinfectante, antiinflamatorio, acelerando la coagulación de la sangre según las tradiciones populares. Los dentistas lo usaban mucho antes que el algodón para detener el sangrado después de las extracciones dentales.
También fue utilizado
en toda Europa por los apicultores, creando un humo espeso cuando se prende
fuego para calmar los enjambres de abejas o durante las épocas de apareamiento
y migración de las abejas.
Por último,
mencionaremos que en tiempo más modernos se ha utilizado para desecar pequeños
objetos y en particular las moscas que usan los pescadores, de hecho, fue la
herramienta mágica que logró en segundos recuperar la flotabilidad de una mosca
empapada y estuvo fácilmente disponible en las farmacias hasta hace 50-60 años,
convirtiéndolo con el tiempo en una herramienta indispensable para el
apasionado pescador con mosca.
Seta en forma típica de pezuña o estantería invertida, de hasta 15 a 20 cm de proyección o incluso mucho más, con superficie mate, grisácea, con pliegues concéntricos y a veces con bandas coloreadas marrones u ocráceas, con los bordes agudos y generalmente más claros y recubierta de una corteza dura y lisa de 1 a 2 mm de grosor, negra brillante al corte. Por debajo presenta una superficie con muy finos poros, casi imperceptibles, al principio, blancos, luego ocráceos y empardeciendo al tocar. La carne o trama presenta una textura leñosa y dura, fibrosa, con varias capas de tubos según la edad, de 2 a 6 cm de longitud, marrón rojiza o marrón clara, más oscura que los tubos, con bandas concéntricas, con un agradable aroma fúngico y sabor ligero amargo.
Desarrolla sobre
sobre troncos, tocones o gruesas ramas de árboles muertos o con partes muertas
de caducifolios, hayas, robles, chopos, castaños, etc, y más raramente en
carrascas o encinas.
CONSUMO
El principal y más
antiguo uso de esta materia es para hacer fuego, “yesca”, de donde le viene el
nombre más común por estas Tierras, los trozos de este hongo se mantienen un
buen tiempo a remojo y humedecen con nitratos (o en algunos casos se usa orina),
la trama del hongos se convierte en una masa algodonosa, “amadou o yesca” golpeándola
con dos piedras o raspándola con cualquier instrumento y se convierten en unos
excelentes combustibles que mantienen largo tiempo el fuego por lo que se
utilizan para iniciar hogueras o antiguas cocinas.
También se ha utilizado para hacer sombreros, calzados, cuero y otros tejidos
Dada su consistencia
se considera un hongo sin interés culinario, sin embargo, en los últimos
tiempos las diversas especies de yesqueros son cada vez más usadas en cocina,
como alimento, desecados y rallados para la elaboración de diversos platos como
croquetas, empanadas, albóndigas, etc…
Para otros usos, y en
especial el medicinal, se utilizan trozos de la seta convertidos es yesca o
amadou como se ha indicado anteriormente, esta pulpa en ocasiones se mezcla con
arcilla para el tratamiento de heridas y fracturas en apósito.
También se procede
cociendo los carpóforos y tomando el líquido.
Para las
indigestiones de los niños, cocer 9 gr de este hongo con 13 gr de liquen de
roca roja, tomar 2 veces al día. Para tratar el cáncer de esófago, estómago y
útero, cocer de 13 a 16 gr y tomar 2 veces al día.
PROPIEDADES
MEDICINALES Y APLICACIONES
Con la carne o trama de este hongo se obtiene un material lanoso y suave llamado “amadou” (francés) que en castellano conocemos como “yesca”. Durante los siglos XVIII y XIX, este material fúngico se utilizó como apósito hemostático y vendaje para mantener la temperatura y comprimir partes del cuerpo. También se utilizó como cauterizante mediante la moxibustión y forma parte de varias farmacopeas tradicionales como la húngara, china o india.
El amadou o trozos
algodonosos de yesquero presentan unas excelentes propiedades como hemostático
de uso tópico, cicatrizante y antiséptico para combatir las
hemorragias nasales y otras, heridas y cicatrices en general.
Los cocimientos se
utilizan para las indigestiones y reducen el éxtasis, y es un inhibidor
extraordinario contra diversos tumores cancerígenos
Algunos estudios, (ver estudio), han demostrado una importante
actividad de modulación que evita la resistencia de las células cancerígenas a
la acción de múltiples fármacos, especialmente comprobado en células de cáncer
de mama. Sorprendentemente, el extracto de metanol de Fomes fomentarius tiene un
valor potencial para reducir la resistencia de las células de cáncer de mama a
los medicamentos utilizados en quimioterapia y por tanto se puede considerar un
anticancerígeno..
La molienda con bolas
secas o húmedas de trozos esponjosos de yesquero en un molino planetario
(molino de bolas) da como resultado partículas muy pequeñas con tamaños en el
rango de 10 micras o menos. Estas microsuspensiones resultantes sin
conservantes ni estabilizantes son estériles durante unos seis días,
probablemente debido al aumento de temperatura de unos 80 °C, especialmente
durante el proceso de molienda en húmedo y exhiben excelentes actividades antioxidantes.
El Fomes
fomentarius es un hongo medicinal utilizado en la medicina tradicional
china para tratar diversas enfermedades. Los efectos antidiabéticos de sus
extractos se han confirmado recientemente en experimentos de laboratorio (ver estudio)
La producción en
laboratorio de micelio de este hongo y de un exopolisácarido conocido como EPS tiene un efecto anticancerígeno
o antiproliferativo directo in vitro sobre las células de cáncer gástrico
humano SGC-7901 de forma dependiente de la dosis y el tiempo.
Tanto los yesqueros
como otros hongos complementan la quimioterapia y la radioterapia al
contrarrestar los efectos secundarios del cáncer. El polisacárido químicamente
extraíble con agua (MFKF-AP1β), del Fomes fomentarius, (ver trabajo)
tiene claros efectos antitumorales de células A549 de carcinoma de
pulmón humano, al inhibir el crecimiento de las células cancerígenas y además
indujo la apoptosis celular al provocar la rotura del ADN monocatenario
de éstas células, “muerte celular apoptótica”.
Los extractos en
metanol de Fomes fomentarius (MEFF) en experimentos in vivo han
demostrado presentar efectos sobre actividades antiinflamatorias y
antinociceptivas (reversión o alteración de los aspectos sensoriales de la
intensidad del dolor), algo también observador en otros tipos de yesqueros como
el Inonotus obliquus (ver trabajo).
Investigaciones
realizadas in vivo e in vitro sobre el desarrollo de diversas bacterias
infecciosas en animales de experimentación han demostrado que ciertos complejos
biopoliméricos obtenidos de este hongo, tales como, el complejo hidrosoluble de
melanina-glucano (MGC) y el complejo quitina-glucano-melanina insoluble
(ChGMC), tienen una mayor eficacia que los fármacos antiinfecciosos de
uso tradicional, (ver
trabajo)
Sin duda los mayores
estudios y aplicaciones son de tipo industrial y rondan alrededor de su
capacidad para degradar la madera, la extracción y purificación de las enzimas
extracelulares de este hongo que causa podredumbre blanca, tales como la
1,4-β-glucosidasa.
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