Amanita muscaria (L.) Lam.
Seta preciosa y muy utilizada para ilustrar cuentos infantiles,
aunque, es una seta tóxica, característica por su coloración rojiza, sus
numerosas escamillas en el sombrero y su bulbo rodeado de escamillas
algodonosas, sin volva membranosa.
Hay muchos testimonios de su utilización hasta tiempos no muy lejanos, en distintos y variados ritos religiosos, en los que estos hongos se consumían en ceremonias religiosas en la que sólo los sacerdotes y chamanes tenían el privilegio de consumir directamente los hongos, mientras los creyentes tenían que conformarse con beber la orina de los primeros que, por cierto, tiene mejores propiedades alucinógenas, debido a que contiene más muscimol que la seta y carece de muscarina, como veremos a continuación.
Presenta un sombrero de mediano a gran tamaño, al principio
esférico, pero en seguida convexo o incluso deprimido en el centro, con superficie
lisa, seca, roja viva y decolorándose a amarillo o a anaranjado con la edad y
sobre todo hacia los bordes, típicamente cubierta de pequeñas escamas blancas o
blanco amarillentas algodonosas que se caen muy fácilmente al pasar el dedo o
con las gotas de lluvia. Tiene un pie fuerte, cilíndrico y terminado en un
bulbo basal redondeado, blanco o un poco amarillento por zonas, con un anillo
membranoso grande en el tercio superior, blanco y con una serie de bandas
algodonosas alrededor del bulbo. Su carne es blanca y sin olor ni sabor
destacables. Bajo el sombrero presenta láminas finas y apretadas, libres,
blancas y a menudo amarillentas en los bordes junto al margen del sombrero.
Desde muy antiguo
esta seta se ha consumido con finalidades sociales, terapéuticas o religiosas,
posee, entre otras cualidades beneficiosas de sus componentes el actuar como
tónico para el corazón cuando se emplea en infusión.
Para experimentar las acciones psicotrópicas que generan se pueden consumir frescas como cualquier otra seta. Más frecuentemente se emplean en infusión, preparándolo, bien, con 2 cm cuadrados de esporas obtenidas en una esporada, o con unos 5 cm cúbicos del himenio desecado, como si se tratase de un té o la manzanilla que parece ser reduce los efectos no deseables de náuseas y vómitos. En algunos casos se utilizan las cutículas o piel del sombrero que se pelan con facilidad, se secan y se fuman solas o mezcladas con tabaco, de esta manera parece ser que sus efectos son más inmediatos y más fugaces.
COMPOSICIÓN, PROPIEDADES
MEDICINALES Y APLICACIONES
La Amanita muscaria contiene una gran cantidad de alcaloides como la mayor parte de las especies de las especies de este género Amanita.
Durante tiempo se
creyó que la muscarina era el alcaloide psicoactivo de la amanita, pero en 1964
investigadores independientes en Japón, Inglaterra y Suiza aislaron el ácido
iboténico y el muscimol, y descubrieron sus propiedades psicoactivas. La
muscarina resulta ser el alcaloide responsable de los efectos no deseados y de
la sensación de intoxicación (malestar, molestias estomacales y vómitos).
La cantidad y
proporción de alcaloides varían mucho según las regiones, los lugares de
recogida, las partes de la seta e incluso los estados de desarrollo. Además el
ácido iboténico es una molécula más bien inestable, que se convierte en
muscimol por acción de la temperatura y otros factores, por lo que los hongos
secos desde un punto de vista psicotrópico suelen ser más potentes que los frescos, puesto que
durante el secado, el ácido iboténico, con acción más estimulate, se convierte
en muscimol, con acción más depresiva, efectos que se hacen notar a las dos o
tres horas de su consumo y durante 6 a 8 horas.
Los efectos de estos
alcaloides aparecen descritos en muy diversas publicaciones, ver
Iceers, al principio agitación, luego somnolencia, distorsión de
la realidad, distorsión de todos los sentidos, falta de equilibrio, tembleques,
mareos, náuseas, etc..
Por todo lo comentado
anteriormente los efectos en cada persona son muy variables, dependiendo del
lugar donde se haya cogido, estado de maduración, parte de la seta consumida,
forma de consumo, etc.
Otros alcaloides que
contienen como muscarina y muscazona son claramente tóxicos, son
estimulantes de la musculatura lisa y de glándulas, producen sudoración, salivación
excesiva, lagrimeo, miosis, cólicos, diarrea acuosa, hipotensión, bradicardia y
en dosis altas pueden producir la muerte.
Hay que tener mucha
precaución y no abusar del consumo de este hongo, pues tomarlo en exceso y sin conocimientos adecuados puede acarrear serios perjuicios para la salud incluso la muerte.
Comentarios
Publicar un comentario