Moho verde, hongo de la penicilina..
Los hongos del género Penicillium, los conocidos popularmente como “mohos verde azules” producen enzimas que deterioran la materia orgánica de muchos alimentos, en unos casos los hace incomibles y en otros, mejora su calidad gastronómica, aroma y sabor.
En esos procesos se producen diversos metabolitos secundarios, algunos de los cuales son muy importantes para nuestra salud, como son los antibióticos, pero también otros muchos tóxicos o incluso cancerígenos, especialmente por vía respiratoria por lo que no son recomendables consumirlos directamente sino previo proceso químico de purificación y concentración de los productos beneficiosos, los antibióticos.
El género Penicillium comprende un gran número de especies (más de 300) de difícil determinación incluso por caracteres microscópicos. En realidad, se trata de la forma de reproducción asexual de diversos hongos Ascomicetos que desarrollan sobre los más diversos sustratos orgánicos, frutos carnosos diversos, carpóforos de otros hongos, alimentos diversos, derivados de la leche, etc…
A partir de las hifas del micelio surgen los conidióforos que tienen aspecto de pincel, corimbo o paraguas, en la extremidad se forma uno o varios verticilos de cortas células cuya extremidad se va rompiendo en pequeños trocitos que son las esporas o conidios.
La primera especie que se cultivó fue el Penicillium chrysogenum para obtención del primer antibiótico o medicamento contra bacterias que fue descubierto por Alexander Fleming (1928) sobre otra especie el Penicillium notatum.
De forma natural estos hongos, conocidos popularmente como mohos, desarrollan en numerosos alimentos a los que deterioran, como el pan, las naranjas, frutas diversas, otras setas y en general alimentos de todo tipo, incluso desarrollan también sobre excrementos de animales.
Estos mohos producen enzimas que deterioran y descomponen totalmente estos alimentos y los hacen incomibles, pero en otros casos provocan alteraciones que los hacen más digestibles y con aromas y sabores que son apreciados por muchas personas, es el caso de algunos quesos, como Camembert y diversos embutidos a los que protegen de la infección por bacterias dañinas.
Como consecuencia de la acción de estas encimas se producen diversas sustancias secundarias, entre las cuales están los antibióticos, pero también otros muchos nocivos para la salud, producen micotoxinas que generalmente afectan al sistema respiratorio y circulatorio, entre ellas se incluyen tremorgens, neurotoxinas, la ocratoxina A (nefrotoxina y carcinógenos), rubratoxins y ácido micofenólico, verrucosidin (neurotoxina) y ácido penicillico (nefrotóxicos y hepatotóxicos).
La producción de antibióticos por las diversas especies de Penicillium e incluso Aspergillus, mohos verdes y azules, es muy variables dependiendo de la especie y del sustrato sobre el que desarrollan y en general son muy pequeñas cantidades.
Para obtener mayores cantidades de estos productos secundarios de función antiséptica y separarlos de otros nocivos que también pueden producir se procede a su cultivo industrial sobre caldos con muy diversos nutrientes sobre los cuales desarrollan en grandes cantidades y luego se extraen, se purifican y concentran químicamente y de esta forma se obtienen los medicamentes antibióticos.
Actualmente la mayor parte de ellos se obtienen por procesos exclusivamente químicos sin intervención de organismos vivos.
ANTECEDENTES DE SU CONSUMO
El análisis del sarro acumulado en la dentadura de los neandertales que vivieron en el territorio que hoy es Asturias ha detectado el ADN de algunas especies de Penicillium lo que sugiere que ya hace 49.000 años se medicaban o simplemente consumían alimentos deteriorados y atacados por mohos beneficiándose consciente o inconscientemente de estos antibióticos naturales.
Los antiguos egipcios, hace más de 5000 años, según algunos estudios utilizabn pan enmohecido para tratar heridas, aunque por supuesto no se puede saber con qué finalidad ya que entonces ni se conocían las bacterias ni en general las infecciones.
También hay documentos que confirman que en la segunda Guerra Mundial se trataba a los heridos con excrementos de los caballos utilizados en las batallas enmohecidos como consecuencia de la falta total de otros antibióticos (ya conocidos).
PROPIEDADES MEDICINALES
La penicilina que producen estos hongos mata las bacterias, antibiótico, ya que afecta a las paredes celulares de éstas y las hace incapaces de crecer y multiplicarse. Sin embargo, cada vez son más frecuentes las cepas de bacterias que se hacen resistentes a estas sustancias por lo que se hace necesario obtener nuevos antibióticos o modificar los existentes.
APLICACIONES Y EFECTOS SECUNDARIOS
Los hongos Penicillium y Aspergillus son formas de reproducción asexual que producen grandes cantidades de diminutas esporas que se trasmiten muy fácilmente por todos los medios, especialmente por al aire. Estas esporas tienen gran facilidad para penetrar por las vías respiratorias y provocar infecciones en vías respiratorias o digestivas superiores, así mismo, son muy activos productores de alergias especialmente en las vías respiratorias.
Además las diversas especies de Penicillium producen gran cantidad de metabolitos secundarios tóxicos, tales como, Patulina y Toxinas Tremorgénicas de efectos neurotóxicos, Citrinina y Ocratoxina de efectos nefrotóxicos y posiblemente también cancerígenos, Citromicetina de efecto hepatotóxico y Citreoviridina causante de la enfermedad del arroz amarillo y otros muchos.
CONCLUSIONES
Aunque es segura la existencia en mayor o menor cantidad de antibióticos en los mohos de Penicillium y en menor medida de Aspergillus, en la mayor parte de las frutas, panes o excrementos enmohecidos y antiguamente fueron utilizados contra heridas infectadas al no disponer de otros recursos mejores conocidos, en la actualidad, NO RESULTA RECOMENDABLE su uso por la existencia, además de antibióticos, de otras muchas sustancias metabólicas, algunas de las cuales pueden ser nocivas para la salud, salvo situaciones extremas.
Por otro lado, como ya se ha indicado hay que prevenir la inhalación de esporas que pueden producir alergias e infecciones de las vías respiratorias y digestivas.
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