miércoles, 22 de junio de 2022

Agaricus bisporus (Lange) Sing


Champiñón cultivado, Seta de campo, Seta de Paris, Txanpinoi frantsesa.

Los champiñones en general y los cultivados en particular como el Agaricus bisporus son excelentes alimentos para reducir la obesidad y desinfectantes de las infecciones digestivas.

Tienen propiedades antioxidantes y por tanto son buenos anticancerígenos y antitumorales, especialmente probados en caso de cáncer de mama y próstata.

Su riqueza en sales minerales como el potasio y el hierro y la escasez en sodio los hacen adecuados para regular la hipertensión y prevenir de trastornos cardiovasculares.

También se recomienda por su acción inmunológica para mejorar las defensas del organismo ante infecciones.


Seta de sombrero hemisférico o convexo, muy regular, de hasta 13 cm de diámetro, al principio de color blanco a marrón claro o avellana, según las variedades y superficie lisa que pronto se desgarra en escamas triangulares más o menos concéntricas, que se van haciendo más finas y fibrilosas hacia los bordes, entre las que aparece el fondo blanquecino, inmutable o ligeramente enrojeciente al frotamiento. Por debajo del sombrero presenta láminas finas y apretadas, al principio adnatas, luego libres del pie, rosadas y marrón purpúreas en la madurez. Presenta un pie relativamente corto y grueso, con superficie lisa y blanca en lo alto y un poco pardusca hacia la base, provisto en el tercio superior de un anillo ascendente membranoso y grueso, blanco y un poco pardusco en el borde. Su carne es maciza y gruesa, al principio blanca pero enrojeciendo al aire a un marrón rojizo de forma lenta y no muy pronunciada, con sabor agradable, como de avellana y olor no anisado, pero agradable.


Los champiñones se consumen fundamentalmente como alimento, de muy diversas maneras, a la plancha, salteados, en numerosos guisos y como acompañamientos de prácticamente cualquier plato.

Una de las setas más cultivadas en Europa, se inició su cultivo en Francia por el siglo XVII.
Extractos secos de esta y sobre todo de otras especies cultivadas como Agaricus blazei, originario de Brasil en forma de cápsulas o extractos acuosos se venden como complemento dietético o alimentario para mejorar las defensas inmunológicas y como depurativo.

COMPOSICIÓN

Tanto esta especie como en general los champiñones silvestres contienen pocos hidratos de carbono, bastante fibra, pocas grasas y bastante pocas proteínas.

Sin embargo, contienen importantes cantidades de vitaminas, sobre todo el grupo del grupo B (B2, B3, B1 y ácido fólico) y E, lo que los hace muy buenos para reforzar las defensas del organismo.

Contienen abundante potasio, fósforo, hierro, cobre y selenio, entre otras sales minerales, pero escasos en sodio.

Betaglucanos y quitina en las paredes de las hifas.

Contiene proteínas como Tirosinasas y Lectinas, ambas con posibles acciones terapéuticas, especialmente se les atribuyen actividades antiproliferativas hacia las células cancerosas y un efecto estimulante sobre el sistema inmunológico.

Los champiñones cultivados contienen 8 aminoácidos esenciales, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano, valina.

PROPIEDADES MEDICINALES Y APLICACIONES

Se considera un gran anticancerígeno, fundamentalmente por su contenido en selenio y quizás otras sustancias que parece que actúan como inhibidores de la aromatasa que es una enzima muy importante en el desarrollo de los cánceres de mama y en otros tipos de tumores.

Tanto el selenio como las vitaminas que contienen les confiere grandes propiedades antioxidantes, limpian la sangre de radicales libres y con ello inhiben el crecimiento de células cancerígenas.

Se ha comprobado acciones desinfectantes, especialmente contra las bacterias Salmonella y Staphylococcus, parece ser que contienen un antibiótico resistente a las bacterias Gram positivos y Gram negativas.

Es un inmunoestimulante posiblemente por las acciones de los betaglucanos que contienen sus paredes celulares.

Sus escasas calorías y grasas y sobre todo su riqueza en fibra los convierten en un buen alimento para prevenir la obesidad, reducir el colesterol y ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre por lo que son un buen alimento para los diabéticos.

Al ser ricos en potasio, pero no tanto en sodio son bueno reguladores de la presión arterial y previenen de enfermedades cadiovasculares.

Contienen tirosinasa, maltosa, enzimas, proteínas que curan la indigestión, tomados regularmente por las madres durante la lactancia, aumenta la producción de leche.



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